Las cifras de violencia contra las mujeres en nuestra ciudad continúan siendo alarmantes y exigen acciones inmediatas. Según la Encuesta de Salud Mental en el DMQ (2023), en Quito el 31,7% de mujeres sufre violencia psicológica, el 22% violencia física y el 7,2% violencia sexual. Detrás de cada número hay historias de vida, sueños interrumpidos y derechos vulnerados que nos interpelan como sociedad.
«La violencia contra las mujeres no es un problema individual, es estructural y político. Requiere un compromiso radical de todas las instituciones y de la sociedad en su conjunto. Desde el CPD hemos apostado por construir herramientas que rompan el ciclo de la violencia, desnaturalicen las desigualdades y transformen las relaciones de poder», afirma Valeria Urgilés secretaria ejecutiva del CPD.
Desde este Consejo estamos ejecutando la campaña de sensibilización «Igualdad en construcción: Derechos conquistados, desafíos pendientes», que confronta los avances con las realidades cotidianas de las mujeres. Esta iniciativa no solo visibiliza los hitos históricos en la lucha feminista ecuatoriana, sino que denuncia las brechas persistentes en ámbitos laborales, económicos, políticos y sociales.
La «Ruta de Protección de Derechos de Mujeres Víctimas de Violencia», realizada por este Consejo, se ha convertido en una herramienta de acción colectiva. Más que un documento institucional, representa un mapa para navegar en un sistema que muchas veces revictimiza a las mujeres. Su versión de bolsillo y flujograma han sido diseñados para que más mujeres conozcan sus derechos y los mecanismos para exigirlos.
La formación y empoderamiento de lideresas es otra apuesta transformadora del CPD. En el marco del proyecto Barrio Promotor de Derechos, para 2025 se implementarán talleres, en el barrio La Delicia, para fortalecer las redes comunitarias de protección donde las mujeres son protagonistas del cambio social.
El CPD también se encuentra desarrollando herramientas de políticas públicas que visibilizan realidades, oportunidades de mejora y protestas técnicas. Una de estas herramientas es la evaluación de las Juntas Metropolitanas de Protección de Derechos de Mujeres, y otra es el seguimiento a la implementación de la ruta de protección de derechos de mujeres Víctimas de violencia en el DMQ.
Este 8 de marzo no es solo un día para recordar las luchas pasadas, sino para reafirmar el compromiso con las batallas presentes y futuras. Las mujeres del DMQ siguen resistiendo la violencia, la discriminación y la desigualdad, tejiendo redes de sororidad y construyendo, paso a paso, una ciudad donde todas puedan vivir con dignidad, autonomía y libertad.
El CPD reitera su compromiso de seguir trabajando junto a las organizaciones de mujeres y feministas, sociedad civil e instituciones de Estado, en la construcción de una sociedad más justa e igualitaria. La lucha continúa, porque los derechos de las mujeres son derechos humanos innegociables.
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