El 5 de noviembre se conmemora el Día Internacional de las Personas Cuidadoras, una fecha promovida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para destacar el rol fundamental que desempeñan millones de personas en el cuidado de otras, especialmente aquellas que dedican su vida a cuidar de niñas y niños, familiares, personas adultas mayores, personas con discapacidades y personas con enfermedades catastróficas. Sin embargo, esta fecha no solo busca visibilizar el trabajo de quienes cuidan, sino también recalcar que, en su gran mayoría, estas personas son mujeres que realizan este trabajo de forma no remunerada y con poco o ningún apoyo estatal.
El rol de las mujeres como cuidadoras y el trabajo no remunerado
Según datos de la ONU, se estima que las mujeres representan más del 75% de quienes asumen las labores de cuidado a nivel mundial. Esto incluye no solo el cuidado de hijas e hijos, sino también de familiares con necesidades especiales, personas adultas mayores y otros dependientes. Aunque este trabajo es esencial en la familia y la sociedad, se trata de una labor que históricamente ha sido invisibilizada y subvalorada. Este trabajo no remunerado limita las oportunidades laborales de muchas mujeres y afecta su bienestar emocional y físico debido a la sobrecarga de responsabilidades.
En Ecuador, la situación no es diferente. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), las mujeres dedican un promedio de 39 horas semanales al trabajo no remunerado, en contraste con los hombres, quienes realizan cerca de 15 horas en estas actividades. Esto genera una profunda desigualdad de género, ya que las mujeres no solo enfrentan una carga mayor en el hogar, sino que también, al no percibir ingresos por su trabajo de cuidado, tienen menos independencia económica y acceso limitado a recursos.
Un contexto desafiante para las cuidadoras en Ecuador
En Ecuador, la cultura y las políticas sociales aún no reconocen adecuadamente el valor del trabajo de las cuidadoras. La falta de servicios de apoyo y el escaso acceso a sistemas de protección social, como licencias de cuidado o prestaciones para quienes realizan estas labores, agravan la situación. Muchas mujeres cuidadoras se encuentran en condiciones de vulnerabilidad y aislamiento, con un acceso limitado a servicios de salud mental o descansos adecuados.
Además, el trabajo de cuidado no solo es exigente físicamente, sino que implica una responsabilidad emocional que puede ser desgastante, especialmente cuando las cuidadoras enfrentan limitaciones económicas y poca o ninguna ayuda del estado o de sus comunidades.
Avances y retos en la visibilización y el apoyo a las cuidadoras
A nivel global, la ONU y otras organizaciones de derechos humanos han llamado la atención sobre la necesidad de reconocer el trabajo no remunerado de cuidado como una labor fundamental que contribuye a la economía y el bienestar social. En Ecuador, es esencial que se avance hacia políticas públicas que apoyen a las personas cuidadoras, como la creación de centros de cuidado accesibles, programas de formación en cuidados y medidas que promuevan la corresponsabilidad de género en el hogar.
Desde la perspectiva de la ONU, esta corresponsabilidad no solo debería ser un ideal, sino un compromiso real de los estados y las comunidades. Solo a través de una visión integral y equitativa, que incluya tanto a hombres como a mujeres en las tareas de cuidado, será posible reducir la sobrecarga que enfrentan las cuidadoras y ofrecerles condiciones justas para su desarrollo personal y profesional.
En conclusión, en el Día Internacional de las Personas Cuidadoras, es fundamental reconocer el rol crucial de estas personas, en especial de las mujeres, y la necesidad urgente de apoyar este trabajo invisible que sostiene a nuestras familias y comunidades. Desde el Consejo de Protección de Derechos apoyamos los proyectos e iniciativas que están desarrollando las diferentes entidades del Municipio de DMQ, en especial la campaña «Cuida a quien te cuida» de la Secretaria de Inclusión Social. Así también, desde esta institución se ha lanzado el programa “Cuidando al cuidador” como una forma de aportar al bienestar emocional y psicológico de las personas encargadas del cuidado y la protección de diferentes grupos. Solo así se podrá avanzar hacia una sociedad que valore y respalde plenamente el esfuerzo de quienes cuidan de otros.
Fuentes