El Día Internacional de las Personas de Edad, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1990 y celebrado cada 1 de octubre, representa un hito significativo en la conciencia mundial sobre el envejecimiento de la población. Esta fecha conmemora no solo el crecimiento demográfico de las personas adultas mayores, sino también la necesidad de abordar una serie de desafíos técnicos y sociales que acompañan a este fenómeno. A medida que la expectativa de vida aumenta y las tasas de natalidad disminuyen, los países de todo el mundo enfrentan el desafío de adaptar sus sistemas y políticas para satisfacer las necesidades cambiantes de una población envejecida.
En el Ecuador, de acuerdo al Censo de Población y Vivienda 2022 – 2023, contamos con 1´5520.590 personas adultas mayores, representando el 9% de la población total del país; en el 2010, esta población representaba el 6%.
Desafíos Técnicos del Envejecimiento de la Población:
• Derechos Humanos y Protección Legal: La legislación y las políticas deben abordar los derechos humanos de las personas mayores, incluida la prevención del abuso y la discriminación por motivos de edad, y la promoción de la autonomía y la dignidad. La protección legal de los derechos de las personas mayores es un componente técnico crucial en la lucha contra la vulnerabilidad y la discriminación.
• Atención Médica y Salud Pública: Uno de los aspectos técnicos más apremiantes es la adaptación de los sistemas de atención médica. El envejecimiento de la población conlleva un aumento en las enfermedades crónicas y afecciones relacionadas con la edad. Esto exige una transformación en la atención médica hacia un enfoque más preventivo y centrado en la atención a largo plazo. Además, la implementación de tecnologías de la información médica, la telemedicina y sistemas de registro electrónico de salud se vuelve crucial para un monitoreo continuo y una atención coordinada.
En el Distrito Metropolitano de Quito, conforme al Diagnóstico Situacional de Grupos de Atención Prioritaria, realizado a inicios de este año, 20,2% de las personas manifiesta tener una enfermedad catastrófica, y de ellos, solo el 70,6% declara recibir atención para la misma.
• Seguridad Económica y Financiera: La sostenibilidad de los sistemas de seguridad social y pensiones es una preocupación técnica crucial. Se requiere un análisis actuarial continuo y proyecciones precisas para evaluar la viabilidad de estos sistemas a largo plazo. Además, se deben implementar reformas para garantizar la seguridad económica de las personas mayores. Para el caso del D.M.Q. solamente el 36,1%, está afiliado o cubierto por un tipo de seguridad social, y el 13,5% trabaja como comerciante al por menor sin un lugar fijo.
• Diseño Universal y Planificación Urbana: La creación de entornos accesibles y amigables con las personas adultas mayores es esencial. Esto implica la implementación de principios de diseño universal en la arquitectura y la infraestructura urbana, como rampas, pasamanos, sistemas de transporte accesibles y señalización clara. La planificación urbana también debe considerar la ubicación estratégica de servicios de atención médica y sociales para facilitar el acceso. El 43,7% de personas adultas mayores del D.M.Q. manifiesta tener dificultades para caminar o subir escaleras.
• Formación y Alfabetización Digital: La capacitación en competencias digitales es crucial para que las personas mayores aprovechen al máximo las oportunidades tecnológicas. Los programas de formación y alfabetización digital específicos para este grupo demográfico son una prioridad técnica para reducir la brecha digital y mejorar la participación en la sociedad moderna. En el D.M.Q. aun, el 13,7% de personas adultas mayores manifiesta no saber leer y escribir; y apenas el 55,5% tiene teléfono celular activado.
El Día Internacional de las Personas de Edad nos recuerda la necesidad urgente de abordar los desafíos técnicos y sociales relacionados con el envejecimiento de la población. A medida que nuestras sociedades continúan evolucionando demográficamente, es esencial adoptar enfoques técnicos rigurosos y políticas adaptativas en áreas como la atención médica, la seguridad económica, la tecnología y el diseño urbano. Al mismo tiempo, no debemos subestimar el valor y la contribución significativa que las personas mayores aportan a nuestras comunidades y culturas, lo que subraya la importancia de promover su inclusión y participación activa en la sociedad en general. El envejecimiento de la población es un desafío complejo, pero también una oportunidad para crear sociedades más inclusivas, resilientes y enriquecedoras para todas las edades.
Síguenos