Ecuador experimenta una crisis social, política y económica sin precedentes en la historia republicana. La pandemia profundizo la desigualdad estructural; y, con ello, el incremento de la pobreza, discriminación y violencia, principalmente hacia grupos tradicionalmente marginados como son mujeres, diversidades sexo genéricas, pueblos y nacionalidades, adultos mayores, personas con discapacidad, personas en situación de movilidad humana, entre otros. Hasta el punto de advertir una regresión significativa del ejercicio de los derechos.

El Distrito Metropolitano de Quito es un escenario en donde se sintetizan las mayores inequidades para acceder a un empleo digno, vivienda, y salud. A esto se suma el incremento de la violencia carcelaria y la violencia basada en el género.

En este contexto, de sistemáticas violaciones de derechos, es fundamental conmemorar el Día Internacional de los Derechos Humanos, adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el día que se aprobó la Declaración Universal de Derechos Humanos, en 1948,  para interpelar al Estado ecuatoriano, en sus diferentes niveles de gobierno, la responsabilidad y obligación  nacional e internacional de proteger, garantizar y reparar los derechos humanos y de la naturaleza frente a acciones u omisiones estatales.

Esta conmemoración también se enmarca a propósito del 9 de diciembre, como el Día de los Defensores y Defensoras de Derechos humanos, así como los de naturaleza y animales. Pues en la dinámica ecuatoriana, la labor que desarrollan, ha sido y es fundamental para limitar los excesos del poder público y para alertar e incidir sobre posibles violaciones de derechos, incluso a pesar de la persecución, represión y descalificación de la que han sido objeto por su militancia y compromiso social.

Por ello, el CPD, el Consejo de las Diversidades, en conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos, reconoce el trabajo de la sociedad civil organizada del DMQ que cree en el respeto de los derechos humanos, así como de la naturaleza y animales y su potencial para transformar las estructuras que producen la desigualdad.

Invitamos a la sociedad y ciudadanía en general, a sumarse activamente a favor de la promoción y protección de derechos en nuestros territorios; y. así, fortalecer el ejercicio de la plena democracia.