El 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud OMS eliminó a la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales. Esto ya hace 32 años, El 17 de mayo es una fecha simbólica que marca ahora el Día Internacional contra la Homofobia, lo Lesbofobia, la Transfobia, la Bifobia, etc. Esas actitudes caracterizadas por la hostilidad, el rechazo y la discriminación hacia las personas con diversa orientación sexual e identidad género. Las fobias LGBTIQ+ (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, intersexuales, Queer, etc.) tienen graves consecuencias, a nivel socioeconómico, psicológico y físico.

La discriminación, exclusión, la falta de empatía, etc. afectan a las personas en su dignidad y autoestima, los privan de oportunidades educativas y laborales, los aíslan socialmente, haciendo que tengan menos oportunidades que el resto de la población. La estigmatización, el juicio y la ignorancia dentro de los sistemas de salud público, como privado, les alejan con frecuencia de una atención médica de calidad. Las LGBTIQ-fobias, suelen presentarse de diferente manera en la sociedad, desde el rechazo verbal, insultos, apodos, chistes y hasta ataques físicos que pueden provocar la muerte.

Mejorar esta situación de desigualdad es un reto importante de toda una sociedad, el Estado representado por los Gobiernos de turno sean nacionales o locales están obligados a crear una política pública adecuada que genere entornos sociales y jurídicos empáticos que garanticen, para todos y todas, el respeto a los derechos humanos, a la dignidad humana, a una verdadera inclusión social y al acceso igualitario a la educación, al trabajo, la salud, etc. sin ningún tipo de discriminación y estigmatización.

La visibilización de la población de las Diversidades Sexo Genéricas, Identidades y Expresiones de Género cada día es mayor, existen personas LGBTIQ+ que están ocupando plazas de trabajo, profesionales que han desempeñado cargos públicos que abordan el tema y dan información adecuada, mujeres Trans que toman la palabra en medios de comunicación, podrían ser algunos de los primeros pasos que se van dando gracias al activismo.

Buscar información, mostrar empatía y respeto hacia la diferencia, contribuye en alcanzar una sociedad más igualitaria y justa. Los datos de desarrollo económico, democrático y cultural son mayores en sociedades donde el respeto a los derechos humanos LGBTIQ+ está más extendido, a diferencia de los lugares donde se criminaliza y no se propicia la igualdad.

Me pregunto frecuentemente si la piel de todas la personas que forman parte de las Diversidades Sexo Genéricas, Identidades y Expresiones de Género se volviera morada de la noche a la mañana, la sociedad, sorprendida por la enorme cantidad y diversidad de gente a su alrededor con ese color, dejaría de vernos como un problema”.

Sarah Flores

Secretaria

Consejo Consultivo de Derechos de Diversidades LGBTIQ+