Actualmente, menos del 20% de las personas mayores

en edad de jubilación reciben una pensión.        

Naciones Unidas, 2021

El 19 de diciembre de 2011 la Asamblea General de las Naciones Unidas -mediante la resolución 66/27[1]:

Decide designar el 15 de junio Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, e invita a los Estados Miembros, las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales y regionales, así como a la sociedad civil, incluidas organizaciones no gubernamentales y particulares, a que lo observen debidamente

Esta resolución responde a las situaciones de riesgo de maltrato y abuso que viven las personas adultas mayores y la invisibilización de esta problemática. Ya que sobre estas población, por un lado se habla desde frases como “representan la sabiduría”, “viven la época dorada”, “viven sus mejores años”; mismas que romantizan esta etapa de la vida y las exclusiones que representan dentro del sistema capitalista adultocéntrico. Mientras que, por otro lado, esta población diariamente enfrenta limitaciones y amenazas de vulneración de derechos:

  • Las personas adultas mayores perciben que se encuentran abandonadas y abandonados tanto por el Estado como por sus familias. De acuerdo con el INEC (2016), 11% de adultos mayores vive en soledad. La mayoría de aquellos que viven acompañados lo hacen con un hijo (49%), nieto (16%), esposo o compañero (15%). De 1 229 089 adultos mayores a nivel nacional, 81% está satisfechos con su vida; sin embargo, 28% se siente desamparado, 38% siente a veces que su vida está vacía y 46% piensa que algo malo le puede suceder. Asimismo, se indica que el adulto mayor aumenta su satisfacción de vida cuando vive acompañado de alguien (83%), en comparación con aquellos que viven solos (73%)
  • El 43,4% de personas adultas mayores no tiene una condición económica buena. Los ingresos que perciben -que muchas veces son mínimos debido a las limitaciones que atraviesan para trabajar- se destinan a gastos de movilización y salud, por lo que algunas veces el resto de sus necesidades son inatendidas
  • Los servicios de salud son insuficientes, no siempre se brindan con calidad y calidez. A ello se suma la falta de cobertura en algunos territorios, principalmente en las zonas rurales
  • Los servicios de transporte no les proveen de un trato preferencial, las condiciones físicas son inaccesibles y en muchos casos son víctimas de maltrato en estos espacios. Lo cual les obliga a incurrir en mayores gastos para movilizarse o a limitar su movilización por temor a sufrir accidentes. Afectando así su calidad de vida y el acceso a servicios.
  • La violencia al interior de las familias está naturalizada de tal forma que a las personas les resulta difícil identificar que la están sufriendo. De acuerdo con estudios internacionales y nacionales, entre 4% y 6% de la PAM es objeto de diferentes formas de abuso. En el Distrito Metropolitano de Quito el 1,5% ha sufrido violencia sexual; 5,1% el abuso económico, y 10,8% la negligencia y abandono

A todo esto se suma el impacto de la emergencia sanitaria en la calidad de vida de esta población, ya que son quienes se han visto más obligados a aislarse, y a posponer la atención de otras condiciones médicas distintas a la Covid-19. Al respecto, también es importante recalcar que dada la matriz adultocéntrica que prima en nuestra sociedad, esta población se encuentra también permanentemente expuesta a situaciones de exclusión, abuso y maltrato; tanto en sus hogares como en el espacio público, y, ahora, también en los espacios digitales.

A modo de resumen, el Informe Final de Observancia de Política Pública No. 003/2018: Protección Integral a los Adultos Mayores en el DMQ[2] realizado por el Consejo de Protección de Derechos en el año 2018, concluye que “la intervención de las instituciones públicas, frente a la protección integral de los adultos mayores con énfasis en quienes tienen mayor vulnerabilidad, es débil.”

Desde este Consejo, en cumplimiento de nuestras atribuciones y con el fin de que los derechos sean una realidad para todas y todos, nos mantenemos alerta frente situaciones estructurales de abuso y exclusión de esta población y continuamos vigilantes del fortalecimiento del Sistema de Protección Integral.

[1] https://undocs.org/es/A/RES/66/127

[2] Consejo de Protección de Derechos del Distrito Metropolitano de Quito. 2018. Informe Final de Observancia de Política Pública No. 003/2018: Protección Integral a los Adultos Mayores en el DMQ. Quito. https://proteccionderechosquito.gob.ec/informes-observancia/