El período de vacaciones de las y los estudiantes de la sierra está por iniciar y durará alrededor de dos meses. Este tiempo de descanso constituye una oportunidad para realizar actividades extra curriculares, por esta razón se puede ver una amplia variedad de opciones que pretenden atraer la atención de madres y padres de familia. Si bien estas actividades permitirán ampliar los conocimientos y habilidades de los niños y niñas, es importante que padres y madres se cercioren de que sus hijas e hijos se encuentran en sitios seguros; y, es fundamental que quienes ofrecen los servicios de colonias vacacionales cumplan con la obligación de proteger los derechos de niñas, niños y adolescentes, y por ende su integridad.
En el año 2016 la Secretaría de Coordinación Territorial y Participación del Municipio del Distrito Metropolitano de Quito -durante el mes de agosto-, coordinó el desarrollo de 244 colonias vacacionales en las 9 zonas territoriales del Distrito, con la participación de 23.000 NNA entre 6 y 12 años. Para este año se prevé la participación de 19 mil niñas y niños de la ciudad con las colonias vacacionales Re-Creando Quito 2019. Adicionalmente existen muchas ofertas de carácter privado de las cuales –al no existir un registro oficial- no es posible cuantificar. Por lo que se sugiere tener algunas precauciones que nos permitan identificar si los espacios en los cuáles participarán nuestras niñas y niños son espacios seguros.
En este sentido, desde el Consejo de Protección de Derechos se han emitido algunas DIRECTRICES PARA LA PROTECCIÓN DE NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES EN ACTIVIDADES LÚDICAS Y RECREATIVAS, entre ellas se sugiere a madres y padres de familia considerar:
- No se puede permitir ni justificar ningún tipo de violencia.
- Un espacio seguro y saludable es un espacio donde se desarrollan relaciones de respeto y buen trato, donde se estimula la no discriminación y la solidaridad, donde se incentiva el liderazgo, la participación, el pensamiento autónomo, crítico y creativo.
- Se sugiere cerciorarse de que todas las actividades sean planificadas y evaluadas, esto permitirá: a) garantizar las condiciones de seguridad física y psicológica en el desarrollo de las mismas; y, b) identificar los posibles riesgos, para la reducción y prevención de los mismos.
- Se debe consultar sobre la existencia de planes de contingencias o riesgos, un botiquín, y sobre la capacitación del personal en la aplicación de dichos planes y sobre el uso de material de primeros auxilios.
- Solicitar conocer personalmente a la persona encargada de la colonia, campamento, etc., y a la persona monitora del grupo que será responsable del cuidado de su hijo/a; contar con la información de contacto de estas dos personas.
- Exigir que haya un facilitador/a o monitor por cada siete niñas, niños y adolescentes, con un máximo de diez participantes.
- Cerciorarse de que los/as facilitadores o monitores sepan nadar –por seguridad- en piscinas, ríos, lagunas, mar, para prestar ayuda –en caso de requerirlo- y para prevenir accidentes
- Informar al campamento o colonia vacacional sobre el estado de salud y las necesidades especiales de su hijo/ hija en los casos correspondientes
- Exigir que los espacios físicos sean seguros, limpios, y cumplan las condiciones necesarias para garantizar el bienestar físico y psicológico de niños, niñas y adolescentes
- Exigir que las unidades de transporte sean las adecuadas, que cuenten con parámetros de seguridad y con un/a acompañante que se encargue de velar por la seguridad de niños, niñas y adolescentes durante el trayecto
- Exigir que la alimentación e hidratación se realice en tiempo oportunos, espacios adecuados y garantizando la higiene
- En caso de que las madres y padres envíen alimentos, promover una alimentación saludable
También se recuerda a quienes organizan campamentos, colonias vacacionales, etc., que es su responsabilidad:
- Respetar y garantizar el respeto de los derechos de niñas, niños y adolescentes en sus diversidades de sexo, género, autoidentificación étnica, edad, condición de discapacidad, situación de movilidad humana, etc.
- Garantizar la seguridad, bienestar físico y psicológico de niñas, niños y adolescentes, desde el ingreso hasta la salida. Y en su movilización, en los casos en que se requiera transporte.
- Asegurar el respeto al medio ambiente
- Planificar y evaluar todas las actividades.
- Prevenir y reducir cualquier tipo de riesgo que pudiera atentar contra el bienestar físico o psicológico de los niños, niñas y adolescentes.
- Contar con un plan de contingencias, un botiquín y personal capacitado en la atención de emergencias.
- Elaborar un registro de cada niño, niña y adolescente que se inscriba. Este registro debe incluir, mínimamente, una descripción del estado de salud y las necesidades de atención en el caso de que hubieren, documentos que certifique la aceptación y autorización de los padres y madres para realizar actividades especiales como caminatas, salidas, etc.
- Contar con la firma de un acuerdo que detalle de forma clara las responsabilidad de quienes organizan, y las responsabilidades de madres y padres de familia.
- Contar con la información de contacto de responsables de niñas, niños o adolescentes o de algún familiar adulto autorizado en caso de que se requiera, de manera inmediata, que acuda por el niño o niña.
- Elaborar y difundir un listado de objetos permitidos y objetos prohibidos.
- Garantizar la alimentación e hidratación en condiciones higiénicas, espacios adecuados, tiempos oportunos y buen trato.
- Informar a madres y padres de familia sobre cualquier situación que afecte –positiva o negativamente- el bienestar de sus niños.
Velar por el bienestar de niñas, niños y adolescentes es una responsabilidad conjunta. Desde el Consejo de Protección de Derechos hacemos un llamado a las instituciones públicas competentes, a quienes organizan colonias y campamentos vacacionales, a las instituciones que ofrecen servicios de actividades lúdicas, deportivas y culturales, a madres y padres de familia, y a la sociedad en general para mantenernos vigilantes en el cumplimiento de derechos y la inclusión. Que estas vacaciones sean una oportunidad de alegría y recreación en condiciones seguras y dignas.
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