“Todos mis personajes más fuertes son mujeres…No significa nada decir que son más fuertes, pero son personajes con poder transformador. No es que diga que han venido a cambiar las cosas, sino que su propia presencia, lo que hacen y lo que dicen, demuestran que con su aparición algo va a cambiar”
José Saramago
El día internacional de la mujer, celebrado por la Organización de Naciones Unidas cada 8 de marzo desde 1975, reconoce y conmemora la histórica lucha de las mujeres por la igualdad de derechos en todos los ámbitos, reivindicaciones que iniciaron hace más de 100 años en torno a los derechos laborales y que, sin embargo, mantiene vigente la pregunta sobre ¿cuán significativos han sido los avances en la garantía de los derechos de las mujeres?
Precisamente esta fecha es una ocasión para examinar aquellos logros y desafíos pendientes con los derechos de las mujeres. Si bien la sociedad actual refleja mayor inclusión en algunos aspectos relativos al ejercicio de sus derechos, son más las deudas pendientes que se tienen para alcanzar la igualdad y no discriminación en el ejercicio de sus derechos; por ejemplo:
- Alrededor de las condiciones laborales de las mujeres el movimiento feminista ha incidido en la visibilización de varios aspectos históricamente normalizados, desde la persistencia de la brecha salarial entre hombres y mujeres, hasta el cada vez mayor reconocimiento del cuidado y trabajo no remunerado que realizan las mujeres en los hogares, la desigual carga que eso conlleva y las consecuencias en las condiciones de vida de las mujeres. Al respecto, Domitila Chungara –referente de las mujeres bolivianas trabajadoras de las minas- menciona que no todas las mujeres viven de la misma manera la explotación del sistema machista y patriarcal, son aquellas mujeres empobrecidas quienes experimentan con mayor crudeza y violencia las inequidades sociales y económicas.
- Estas desigualdades estructurales -en el caso de Ecuador- se evidencian en las cifras que dan cuenta de las condiciones de vida de las mujeres: la tasa nacional de analfabetismo de mujeres es 33% mayor que la de los hombres. El analfabetismo de las mujeres se concentra en mujeres rurales, indígenas y afroecuatorianas (Atlas de Desigualdades Socio Económicas del Ecuador, SENPLADES, 2013).
- En el año 2013, en el DMQ, el desempleo femenino fue 52,5% mayor que el desempleo masculino. Adicionalmente se debe considerar que en Ecuador las mujeres semanalmente trabajan de forma no remunerada 28 horas, comparado con las 12 horas que dedican los hombres a esta actividad (Atlas de Desigualdades Socio Económicas del Ecuador, SENPLADES, 2013).
- A las brechas sociales de desigualdad en el ámbito laboral, económico, educativo y político se suman todas las formas y manifestaciones de violencias hacia las mujeres, con consecuencias alarmantes:
- 6 de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de violencia en el Ecuador; en el Distrito Metropolitano de Quito la cifra asciende a 7, y 1 de cada 4 ha vivido violencia sexual (INEC, 2011).
- 11 mujeres son violadas al día y, hasta febrero del 2019, se han registrado 11 femicidios. (CPD, 2019).
- 40 niñas menores de 14 años dan a luz cada semana, la gran mayoria víctimas de incesto.
No hay duda, por tanto, que la declaratoria del Presidente de la República de realizar una “cruzada nacional en contra de la violencia a las mujeres”, sigue tan vigente como cuando se comprometió a impulsar una Ley para su protección, en el 2017, ley que está vigente ya más de un año y que aún no logra aterrizar en los territorios, por eso la violencia hacia las mujeres sigue siendo noticia de todos los días.
En esta ocasión, a propósito de esta fecha emblemática, es bueno recordar el compromiso del Estado Ecuatoriano de concretar los elementos sustanciales de la Ley de prevención y protección a mujeres contra la violencia de género:
- La mujer como sujeto de protección, como piedra angular de la igualdad sustantiva y la eliminación de las discriminaciones.
- La necesidad de actuar de manera expedita y eficaz frente a la persistencia de la violencia que se manifiesta de manera alarmante en contra de las niñas y mujeres jóvenes, adultas, adultas mayores.
- Generar políticas sostenidas para la eliminación de patrones culturales machistas, sexistas, pratriarcales, que inciden en la permanencia y reproducción de prácticas nocivas que perpetúan la violencia contra las mujeres.
- Institucionalizar el Sistema de Protección Integral -reconocido en la Constitución y la Ley- para la protección de derechos de mujeres, con recursos suficientes, oportunos y permanentes a fin de ofrecer respuestas específicas y especializadas en la prevención, atención, protección y reparación de derechos.
- Establecer un sistema de información, así como la realización periódica de la Encuesta Nacional sobre Violencia de género hacia las mujeres.
- Reconocer y viabilizar la participación de las mujeres víctimas y sobrevivientes, sus planteamientos y aspiraciones, expresado a través de las organizaciones de la sociedad civil y en particular las organizaciones feministas y de mujeres.
Con la ilusión de que este año podamos avanzar en la implementación de esta Ley, ratificamos nuestro apoyo y compromiso con los objetivos de las mujeres y comprometemos nuestro trabajo para abonar a la erradicación de toda forma de violencia. Así también ratificamos nuestro convencimiento del poder transformador de las mujeres, de poder cambiar esta sociedad para construir, entre todos, un mundo de paz, de armonía y de igualdad. Ahí tiene sentido la conmemoración del 8 de marzo.
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