“Las personas y los grupos sociales tienen derecho a ser iguales

cuando la diferencia los inferioriza y el derecho

a ser diferentes cuando la igualdad

los des caracteriza…” BDSS

La Constitución de la República del Ecuador reconoce los derechos  de  las personas de las diversidades sexo-genéricas y establece algunas garantías para su cumplimiento; sin embargo, el camino hacia la materialización de los mismos es aún un tema pendiente. La decisión sobre la orientación sexual, la identidad de género, con frecuencia son objeto de actitudes violentas y discriminatorias hacia las personas que forman parte de este grupo poblacional.

El 27 de noviembre de 1997, el Tribunal Constitucional (actual Corte Constitucional), declaró inconstitucional el primer inciso del artículo 516 del Código Penal de entonces que establecía: “En los casos de homosexualismo, que no constituyen violación, los dos correos serán reprimidos con reclusión mayor de 4 a 8 años (…)”. En los noventa los movimientos por los derechos de las diversidades sexo genéricas eran aún incipientes y en la sociedad se contaban más detractores que defensores de esta temática.

Este hito de los Derechos Humanos constituye también un reconocimiento  a  las  luchas realizadas desde las personas y agrupaciones LGBTTIQ por una sociedad con mayor igualdad y sin discriminación; estas movilizaciones también lograron que la Constitución de Montecristi incluya el reconocimiento del derecho a la orientación sexual, del principio de igualdad y no discriminación, de la protección de todas y todos a lo largo de la vida.

Actualmente no parece estar en discusión que la sociedad se fundamente en la justicia social, el respeto a los derechos, el reconocimiento de las diversidades; sin embargo, a 21 años de la despenalización de la homosexualidad, persisten aún expresiones de esta problemática estructural. No es difícil constatar que aún están presentes estereotipos y hasta actitudes violentas que generan barreras y vulneran los derechos de estos colectivos, en el espacio educativo, laboral, de acceso a la salud y en la propia comunidad y familia. Esto seguirá siendo así, mientras se mantengan imaginarios como aquellos de relacionar  orientación sexual e identidad de género a un comportamiento anormal o patológico.

27 de noviembre es una fecha que conmemora el importante camino recorrido en la lucha por los derechos de las diversidades sexuales, pero también recuerda los retos y pendientes en este mismo camino. Por ello, la agenda de protección de derechos de las diversidades sexo genéricas del DMQ propone acciones en salud, educación, seguridad integral, empleo, acceso a crédito, participación, como acciones priorizadas para continuar en la construcción de una sociedad incluyente y una vida sin discriminación.

Lograr que esta realidad cambie es compromiso de toda la sociedad, más allá de los movimientos y agrupaciones que promueven los derechos de la población LGBTTIQ, solo la sociedad en su conjunto puede lograr construirse como una cultura que respeta las diversidades.

Desde el Consejo de Protección de Derechos, saludamos esta fecha emblemática y ratificamos nuestro compromiso de continuar abonando para que Quito se convierta en una ciudad en donde es posible vivir en la diversidad con respeto, fraternidad y justicia social.